La identificación por radiofrecuencia presenta numerosas y atractivas aplicaciones. Además del
seguimiento de un producto en toda la cadena de distribución, la etiqueta RFID se utiliza ya en
controles de acceso y el seguimiento de equipajes, paquetes postales, e incluso de seres
humanos.
Centenares de empresas utilizan ya la etiqueta electrónica. Cuando se trata de determinar la
trazabilidad de un producto, la tecnología RFID presta una gran ayuda. Su uso se ha extendido a
todos los eslabones de la cadena de distribución, desde el fabricante hasta el comprador.
En prácticamente todas las tareas de identificación de mercancías, seguimiento de productos y
control de fabricación, la etiqueta electrónica supera en eficacia y facilidad de utilización al código
de barras.
Pero la identificación por radiofrecuencia tiene muchas otras aplicaciones. Por ejemplo, se utiliza
como llave inteligente y sistema antirrobo de un vehículo o para el abono del peaje de autopista
sin necesidad de detenerse. También se usa en el control de acceso a un edificio o una sala de
convenciones (sin necesidad de introducir la banda magnética de una tarjeta en un lector,) o bien
en el seguimiento del equipaje en una compañía aérea. También se ha utilizado la etiqueta
electrónica en el seguimiento de cartas o paquetes postales, el control de los libros en una
biblioteca o la identificación de animales y mascotas.
sábado, 1 de agosto de 2009
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